Si usted tiene algún ahorro, seguramente habrá notado que en su banco le tratan mejor desde que arrancó la crisis. Quizás han empezado a llamarle de usted, a invitarle a hablar con la directora, o le han preconcedido algún préstamo no solicitado. Aunque esté atento a las comisiones que le cobran, porque según algunas organizaciones de consumidores, se han encarecido hasta un 40%. Lo que no le van a faltar son oportunidades de sacar algún partido a su dinero. Hace un par de semanas, Banco Popular rompió el mercado con un depósito al 4% anual, sin vinculación, desde 300 euros. Es decir que usted consigue batir a la inflación (3%) esperada, y sacar 100 puntos básicos a su dinero limpios de polvo y paja, sin quebrarse demasiado la cabeza. Parece la alternativa más segura en medio de una volatilidad bursátil extrema, de la grave crisis de deuda soberana que atraviesa Europa, y al abatido mercado inmobiliario. "Pero, ¿es seguro el Banco Popular -o cualquier entidad de las que ofrecen un depósito similar?", se puede preguntar. Eso quizás no debe preocuparle demasiado, toda vez que el Fondo de Garantía de Depósitos le asegura hasta 100.000 euros de ahorro en caso de quiebra de una entidad. Hay quien ve en esta avidez por premiar el pasivo de las entidades financieras españolas una huída hacia adelante, incluso con el consiguiente aviso por parte del Banco de España, que quiere acabar con esta peligrosa carrera.
Los miedos a una nueva crisis de liquidez ya latente han llevado a otras entidades como Espirito Santo a superar el 4% de remuneración a un año, con otros requisitos. Y ahora llega un aluvión de pagarés y bonos a entre el 3,5 y el 4,5%, dependiendo de si es a tres meses o hasta los dos años, por parte de entidades como BBVA y Santander, que siguen viendo los mercados internacionales de financiación cerrados -y no sólo para la banca española-. Pero recuerde, los bonistas y obligacionistas no tienen detrás el Fondo de Garantía de Depósitos como los depositantes, por lo que a igual rentabilidad, yo lo tendría claro.
Para colmo, viene la Oferta Pública de Venta de acciones de Loterías, que drenará del mercado de depósitos unos 4.200 millones de euros, que es lo que quiere lograr la empresa estatal con la venta de un 30% de su capital en bolsa a inversores minoristas. Loterías ofrece unos ingresos recurrentes y regulados, con un dividendo anual -que se abonará mensualmente- de hasta el 8%, tentador para el inversor. En mi opinión, el inversor empieza a ver muy buenas ofertas. No lo dude, se pegarán por su dinero, y no será dificil ver niveles de remuneración del pasivo en renta fija más cercanas al 6%, que al 4% en los próximos meses.
Autor Enrique Calatrava
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